domingo, 22 de noviembre de 2015

Barrabravas en versión lírica

Clarin.com Opinión 22/10/15

Barrabravas en versión lírica

Marcelo Moreno,

pasiones argentinas

Estar en el lugar incorrecto, en el momento incorrecto no es común, pero cuando sucede, la situación desborda. Lo sufrí en la penúltima representación de “Don Carlo”, de Verdi, en el Colón. Terminaba el entreacto de esta obra sombría y vibrante, en la ocasión cantada y tocada como los ángeles, cuando una amabilísima señora vecina de asiento empezó a increpar a los ocupantes de las butacas delanteras porque no eran aquellos que las habían habitado en el primer acto.
Las recriminaciones eran firmes, aunque en voz baja. Los presuntos usurpadores se defendieron alegando que otros lo hacían.
Mi vecina siguió al ataque hasta que la mujer sentada delante de ella se fue. Su acompañante, un joven de rulos, le dirigió, entonces, palabras inadecuadas. Se acercaba el fin del entreacto y el muchacho le dijo que no le “rompiera….”. El tono de voz me arrebató de la neutralidad: “¡Tranquilo!”, le dije en un tono un poquitín demasiado alto para el Colón.
Mi situación era ligeramente espantosa: quienes habían cambiado los asientos tenían derecho de hacerlo, mi vecina carecía de razón y a nadie debía importarle quién se sentaba adelante, a menos que comiera pochoclo.
Pero el tonito de prepotencia tribunera del rulado me sacó en favor de una dama que no merecía ese tratamiento, aun en el error. El tipo la siguió. Y yo elevé el tono a uno completamente ajeno al respeto que merece el mejor de los teatros que supimos conseguir. Por suerte, la ovación final diluyó todo: no quisiera soñarme a las piñas en el espacio más rotundamente mágico que cobija Buenos Aires.

Marcelo A. Moreno mmoreno@clarin.com

No hay comentarios: