viernes, 26 de abril de 2013

Las Reservas del Banco Central de la Rca. Argentina

25 ABR 2013 00:20h – Clarin

Otra vez, las reservas del Central en la mira

Por DANIEL FERNÁNDEZ CANEDO 

Mercedes Marcó del Pont, vista por Sábat

Mercedes Marcó del Pont, vista por Sábat

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Si algún inocente queda frente a la disparada del dólar paralelo, seguro que ese no es el Gobierno.

La combinación de un Banco Central que decidió no venderle más dólares a precio oficial a la gente que quisiera ahorrar en divisas y las sanciones a casas de cambio creó el escenario ideal para la suba del billete estadounidense.

El Central derivó más demanda al mercado marginal y la acción conjunta pero no coordinada de la AFIP de Echegaray y la Secretaría de Comercio de Moreno, pasando por arriba a Mercedes Marcó del Pont, hicieron desaparecer en la práctica la oferta de divisas.

El resultado cantado fue la suba del paralelo, que ayer arañó los $ 9 y marcaba un nivel de brecha récord con el oficial de casi el 73%.

El discurso oficial frente a la suba del dólar “blue” es conocido: “No tiene ninguna importancia, es un mercado ínfimo que nadie tiene en cuenta y que no tiene consecuencias sobre la economía real”.

Más allá de las palabras, el resultado cambiario de los primeros cuatro meses del año merece un llamado de atención y hay un número que de ahora en más cobra relevancia: los US$ 39.762 millones de las reservas.  Fuente: BCRA

En lo que va del año, las reservas del Banco Central caen en torno a US$ 3.500 millones cuando en el mismo período del año anterior habían mostrado una suba de US$ 1.500 millones. La diferencia habla por sí misma.

Desde el inicio de abril, el Banco Central volvió a comprar dólares (los exportadores ya liquidaron este año US$ 5.800 millones, un poco menos que al año pasado) pero la decisión de restringir la oferta de divisas y la falta de vasos comunicantes impulsaron al dólar marginal en un mercado en el que casi sólo existe la demanda.

En este contexto, las preguntas surgen a borbotones: ¿hasta cuándo puede seguir subiendo?, ¿la brecha puede seguir creciendo?, ¿por cuánto tiempo?,¿a $ 9 no conviene vender los dólares?, ¿el Gobierno dejará ir al paralelo y después de la elección de octubre habrá una devaluación?

A esta altura parece claro que al Gobierno tener una brecha grande no le preocupa pero sí que no se estabilice. Ante un salto del paralelo, el Central baja el ritmo de aumento del dólar oficial para dejar en claro que no habrá un salto cambiario. Y, además, vende dólares a futuro con precios a diciembre menores a $ 5,90.

La Argentina tiene historia en eso de vivir con brechas amplias entre el dólar oficial y el paralelo (Venezuela sobrelleva una de 260% en estos días) y ahora puede patear la pelota hacia adelante porque el Banco Central tiene esos casi US$ 40.000 millones de reservas.

Sobre ese punto hay que detenerse un poco para mirar dos números: en 2010, las reservas del Central representaban 16% del Producto Bruto Interno. Hoy llegan a 8%del PBI.

El Central tiene menos poder de fuego para enfrentar una situación de presión cambiaria no sólo porque cuenta con menos dólares, sino también porque del otro lado del mostrador hay una montaña gigante de pesos que puede agregar presión.

Los economistas se siguen preguntando por qué el Gobierno no le brinda a los ahorristas alguna herramienta atractiva de ahorro en pesos que le quite presión al dólar.

Pero es difícil que un gobierno que manipula los índices para hacer menos visibles los aumentos de precios vaya a implementar un esquema de tasas de interés que supere a una inflación del 23% anual como miden las provincias.

Con el paralelo arañando los $ 9, muchos de los argentinos que tienen divisas atesoradas (la cifra oficial es de unos US$ 170.000 millones) podrían pensar en vender una parte para aprovechar el súbito abaratamiento en términos de dólar “blue” del país.

Sin embargo, todavía no lo hacen. La incertidumbre es mucha y, probablemente, estén apostando a un dólar mayor.

Un informe reciente del Estudio Bein lo sintetizó así: “Si bien es probable que la capacidad de compra del dólar marginal hoy sea de las más altas del promedio de los próximos cinco años, no es evidente que en medio de los vaivenes no puede haber un tipo de cambio aún más alto”.

Un costado de esa incertidumbre sigue dominando el mercado inmobiliario donde los propietarios con inmuebles a la venta los retienen si no les ofrecen dólares billete y los compradores pretenden pagarlos en pesos argentinos al tipo de cambio oficial.

El resultado es la parálisis, con la consecuente caída de la construcción, y la actitud dominante de demorar las decisiones hasta que desciendan los niveles de incertidumbre.

El escenario es curioso ya que entre economistas y empresarios existe la certeza de que el Gobierno no aplicará ningún salto cambiario hasta las elecciones legislativas.

Pero no tienen certezas sobre lo que hará con el dólar después de octubre. Es más, ni la Presidenta lo debe saber.

Lo que aparece con claridad es que para crecer, la economía necesita ingreso de capitales más allá de lo que pueda aportar el sector agropecuario.

En la primera parte del año, la menor cosecha de trigo, el mayor déficit de la balanza de combustibles, la salida de dólares por turismo y la escasez de financiamiento externo se comieron buena parte de la mayor comodidad cambiaria que el Gobierno esperaba para estos meses.

Hay errores de política económica que se están cobrando revancha.

Lejos de crecer a tasas chinas y con un nivel de reservas de divisas robusto, la Argentina encara un año de crecimiento modesto y con l as reservas del Banco Central en la mira.

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