2 ABR 2013 00:00h – Clarin
LABORATORIO ARGENTINO
- Por SILVIA NAISHTAT
- snaishtat@clarin.com
Por esas vueltas de los negocios, el laboratorio Bedson, que había sido castigado por el Gobierno, se convirtió en el primero en exportar antibióticos para la sanidad animal a Irán. El embarque del producto con tecnología del siglo XXI, desarrollado íntegramente en Argentina, equivale a US$ 2,5 millones. Pero es una venta significativa, cuando el acuerdo de Cristina con Teherán por la AMIA está retrasado a la espera de que lo apruebe el parlamento iraní. Mientras, se multiplican las críticas locales e internacionales.
El antibiótico veterinario que va rumbo a Teherán es de amplio espectro con componentes que aportan energía metabolizable permitiendo al organismo hacer frente a enfermedades agresivas. Claro que conquistar ese mercado no fue sencillo para Omar Romano, presidente y principal accionista de Bedson. En 2012, como tantas otras firmas, padeció el decreto 142 que luego el Gobierno modificó. Por esa norma debía ingresar el importe de cada venta en el exterior a los 15 días de realizada.
Luego se los estiraron a 30 días, cuando en el comercio internacional regían hasta seis meses.
Tuvo que cerrar su fábrica de Pilar dos meses y les cayó 20% de la producción. Actualmente cuentan con 120 días para ingresar las divisas al país de los antibióticos que exportan. Pero sus competidores europeos aguardan hasta un año los pagos de sus clientes.
China e India les otorgan casi dos años.
Con 33 años de vida, Bedson se especializó en antibióticos para aves, cerdos y peces. En 2012 facturó US$ 18 millones que en 2013 crecerán a US$ 23 millones (97% son exportaciones). Por cierto, lo que les sucedió con el decreto 142 terminó en aprendizaje: tienen previsto producir alternativamente en Uruguay y en Españasi aquí surgen nuevos inconvenientes.
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