24 FEB 2013 00:00h-Clarin
CONSECUENCIAS ECONOMICAS Y FINANCIERAS
El 27 será la presentación en la Cámara de
Apelaciones. El primer fallo fue negativo para la Argentina. Para los especialistas hay, en principio, tres escenarios posibles con efectos diferentes.
- Por OSCAR MARTÍNEZ
- Omartinez@clarin.com
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En pocas horas, la Cámara de Apelaciones de Nueva York escuchará las apelaciones de la Argentina, de los fondos buitre y de los terceros que opinaron a favor de una u otra parte. Se trata de la revisión de un fallo del juez Thomas Griesa, que dictaminó a favor de los fondos buitre en noviembre del año pasado. La Argentina apeló, logró frenar la ejecución de la condena y pudo pagar el 2 de diciembre los compromisos del Global 2017, del canje de deuda de 2010 y el 15 de ese mes, el cupón PBI.
Pero el fallo de “paguese todo y ahora” generó una nueva situación que podría significar que el remedio legal, el fallo, sería más grave que la injuria a remediar.
Y, más allá de las razones jurídicas, existen consecuencias económicas y financieras para el país, según cuál sea la decisión final de la Cámara.
Para Paula Premrou, titular de Portfolio Personal, el mejor escenario posible es que la Justicia neoyorkina modifique el criterio del pari passu (el mismo beneficio para todos los acreedores) y diga que el canje de deuda rige para todos los acreedores. En este caso, bajaría el riesgo país y el rendimiento de los bonos podría pasar del actual 15% o 17% anual a un 10%, como antes del primer fallo de Griesa (Thomas);
el peor escenario es “un fallo en contra de la Argentina que también involucre a terceros”. En este caso, “el país no podría pagarle a ningún acreedor y debería encontrar algún mecanismo alternativo, lo que significaría, y no es un detalle menor, no reconocer el fallo de la Cámara de Nueva York”. En este caso, “repito, el peor escenario posible, las consecuencias serían importantes. Habría mayor tensión en el mercado de cambios y se ampliaría la brecha cambiaria, por ejemplo. También le pegaría fuerte a los precios de los bonos, incluso los que tienen legislación local, y no sería descartable el corte de financiamiento multilateral”. Si no involucra a terceros, “no habría riesgos de default técnico y seguiría el juicio con los fondos buitre. Se afectarían algunas líneas de financiamiento,
especialmente para empresas y provincias, pero nada que no suceda ahora; incluso podría darse la situación de que aumente el precio de los bonos” y concluyó que “esto es un poco lo que hoy vota el mercado”.
Daniel Marx, ex secretario de Finanzas, aclara que “el 27 no hay fallo o, mejor dicho, es muy difícil que haya una decisión final. La Cámara escuchará las breves apelaciones de cada una de las partes, incluyendo a los ‘amigos’ o involucrados que tomaron posición a favor de una u otra parte. Según mi experiencia, hay dos partes importantes. Una, cuánto debería pagar la Argentina y, muy importante, si los terceros están involucrados. Si esto no sucede, la Argentina seguiría pagando como hasta ahora, sin problemas. Lo peor sería
involucrar a terceros que aceptaron los canjes anteriores y que hasta ahora están cobrando sin problemas. Si esto sucediera, bajarían fuerte los precios de los bonos y de los activos locales en general, y quizás habría pérdida de algunas de las escasas líneas de crédito de las que dispone el país y crecería el nerviosismo en el mercado de cambios con el consiguiente incremento de la brecha cambiaria”.
Federico Tamasevich, presidente de Puente, fue el primer “amicus curiae” de la Argentina. “Creo que puede haber muchas nuevas posibilidades de resolución. La decisión de Griesa es impracticable y de
mantenerse, llevaría al país a un default técnico o parcial ya que una ley argentina prohíbe otorgar mejores condiciones que las del canje. Me parece que le pedirán a Argentina que acelere la negociación y buscarán bajar las pretenciones de los fondos buitre. Si el fallo afecta a terceros que aceptaron el canje, la solución es peor que la enfermedad y se reflejaría en una suba del riesgo país y esto implica financiamiento escaso y más caro, tensiones cambiarias, aumento de la tasa, consecuencias económicas fuertes. Creo que sería un exceso”.
El principal problema que enfrentaría la Cámara, en realidad, tiene que ver con que fallar en contra de lo que escribió Griesa sería una descalificación severa para un juez muy prestigioso. Y, por otra parte, si el 97% de los acreedores aceptó el canje, ¿se puede cambiar todo por un 3% mayoritariamente especulativo? La Justicia debería ser ciega, pero eso no significa que no pueda ver.
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