Se fragmentó a 20 kilómetros de la superficie y los daños fueron por la onda expansiva.
Roturas. Una mujer limpia los fragmentos de una pared producidos por la caída del meteorito, ayer, en el gimnasio de una escuela de Chelyabinsk. / EFE
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17/02/13-Clarin
La NASA explicó ayer que el meteorito de al menos 10 toneladas que el viernes pasado impactó sobre los Urales rusos, en realidad, estalló 20 kilómetros antes de tocar tierra y los daños ocasionados fueron producto de la onda expansiva. El fenómeno fue impulsado por una energía estimada de 500 kiloton, un poder similar al de 30 bombas de Hiroshima. Hubo 1.200 heridos y ningún muerto.
“Un acontecimiento de esas características, con una lluvia de trozos del cosmos, se registra una vez cada cien años o más”, dijo Paul Chodas, experto de la agencia espacial. El meterorito desperdigó sus fragmentos hasta en seis ciudades de Rusia, luego de estallar a 20.000 metros de la superficie terrestre, dijeron los especialistas de la agencia norteamericana.
La mayor parte de los daños causados fueron consecuencia de la onda explosiva que destrozó miles de ventanas y no de los pedazos de meteorito que impactaron en la región rusa de Cheylabinsk, unos 1.500 kilómetros al este de Moscú.
La NASA indicó que, en base a sus estudios, el cuerpo celeste de unos 17 metros de largo, entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de 18 kilómetros por segundo, lo que supone casi 65.000 kilómetros por hora. “Eso es 30 veces más rápido que un avión Concorde”, comparó Chodas.
“Cuando una bola de fuego es de ese tamaño, numerosos meteoritos pueden alcanzar la superficie y es probable que en este caso lo hayan hecho varios de gran tamaño”, dijo el experto.
Los datos infrasónicos recogidos indican que la caída del bólido, desde su entrada en la atmósfera hasta la desintegración, duró 32,5 segundos, y su señal fue recogida por once de las 45 estaciones de seguimiento situadas en 35 países.
Expertos del ministerio de Emergencias siguen buscando fragmentos cósmicos que, según una hipótesis, pudo haber caído en el lago Chebarkul, cerca de Cheliábinsk. Un grupo de seis buzos se encargará de comprobar esta versión en las próximas horas. Un portavoz militar de la región de los Urales indicó que una patrulla de reconocimiento encontró el lugar del impacto de uno de los fragmentos, al borde del lago de Cherbarkul. “Hay un cráter de seis metros”, precisó el coronel Yaroslav Poshiupkin. Científicos rusos han montado un laboratorio en la zona para estudiar los restos del meteorito bautizado ya como el “Bólido de Cheliábinsk”.
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