viernes, 8 de febrero de 2013

Los costos globales de manipular las estadísticas

POR DANIEL MUCHNIK PERIODISTA

07/02/13 – Clarin

Se puede vivir sin el Fondo Monetario Internacional?

Se puede, pero no es recomendable.

Sin estar en sus filas un país se cae del mundo, se aparta del siglo. El sistema financiero mundial no ofrecerá más préstamos. El aislamiento, entonces, no será por las altas tasas de interés que nos están cobrando y que vedan tener mejores finanzas públicas. No:entramos en la categoría de inexistentes.

Quien cuestione la ideología del organismo o la de los funcionarios que la implementaron, la que rigió en las últimas décadas, ahora esmerilada, no se equivocarán. Pero el FMI sigue siendo el contralor del mundo, el inspector, el auditor de todo país miembro. Guste o no guste.

Equivocados sus pronósticos, que no previeron la enorme crisis financiera desatada entre 2007 y 2008, el FMI fue rescatado de las más severas acusaciones por aquellas naciones que dominan su directorio, las más poderosas del mundo. Obligaron a juntar una enorme masa de recursos para respaldarla y para que continuara en funciones, incluso con más poder. Y le pusieron un látigo en la mano. Quien no quiera ver este proceso o se resista a verlo caminará en la penumbra total.

La sanción, una moción de censura del FMI contra la Argentina por los falsos indicadores económicos oficiales, es el primer caso en la historia de la institución. Puede oficiar de antecedente de una expulsión. El gobierno argentino fue avisado por importantes economistas locales y extranjeros de que a partir de la intervención del INDEC, en enero de 2007, nos exponíamos a que se nos colocara un cartel en la espalda porque nos consideraban imprevisibles y nulamente creíbles.

La falsedad de las estadísticas es responsabilidad de este gobierno, que es la sucesión de los anteriores y nada ha modificado. ¿Cómo reaccionó desde un primer momento la Casa Rosada? Con enojos rotundos y agresivos vía redes sociales de la Presidenta. Fue la actitud de siempre, la de mirar la realidad a través del espejo retrovisor. Coincidentemente el ministro de Economía aceptó que apuran un nuevo índice, para evitar castigos mayores.

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