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- 11/12/15
Inventor del año: premian en México al argentino que creó la mano mecánica
Emprendedores.Gino Tubaro tiene 20 años y es del barrio de Pompeya. Ganó 60 mil dólares, que usará para desarrollar su proyecto.
Navidad de 2005. Gino Tubaro tenía sólo diez años cuando entre el vitel tonhé y el brindis de las doce sacó de su mochila una lapicera que al apoyarla contra el papel provocaba el sonido de una canción. Les contaba a sus incrédulos familiares que ese era uno de los inventos con los que había estado trabajando todo el año. El miércoles pasado, a casi una década de aquella Navidad, Gino consiguió el primer puesto como el mejor inventor del año por haber creado prótesis para manos con impresoras en 3D.
En la Ciudad de México, bajo el cielo gris del smog mezclado con niebla y el humo de los deliciosos tacos y burritos, Gino sonríe. Trata de ponerse serio cuando se le acerca el director de alguna empresa, pero se le hace imposible y la mueca de felicidad lo desborda. El joven argentino que vive en el barrio de Pompeya, acaba de conseguir el primer lugar de la iniciativa “Una idea para cambiar la historia”, que organizó History Channel y que consta de 60 mil dólares para que lleve a cabo su proyecto.
La historia de Tubaro y sus inventos se remonta a cuando tenía 3 años y armaba los juguetitos de los chocolates Kinder en pocos segundos, o cuando le desarmaba la plancha a su madre para crear otra cosa con eso. “Mi mamá estaba sorprendida y me anotó en una escuela de inventores que vio por la tele”. Allí cursó todos los sábados durante más de ocho años.
Desde ese momento Gino ganó varios premios, como el que consiguió cuanto tenía 13 años y fue reconocido por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), que depende de la ONU. O como cuando Clarín contó en Octubre que el Instituto Tecnológico de Masachusets (MIT) lo premió por crear un escáner para ciegos. Es tan destacada su actividad que hasta el Presidente Mauricio Macri fue hasta su casa para conocerlo cuando era Jefe de Gobierno.
Hincha de San Lorenzo (jugó ahí durante tres años al basquet), estudia Ingeniería Electrónica en la UTN, y dice que ahora sí va a poder cumplir con su objetivo de crear mil prótesis de manera gratuita para aquellos que más las necesiten: “Una vez que empiece a entregar las manos voy a poder sentarme con gente más ‘grosa’ y así poder ayudar a personas de todo el mundo. Mi sueño es entregar quince millones de prótesis en todos los países”, relata quien por ahora pudo fabricar ocho. Así, a pulmón, también repartió volantes por la calle para que la gente lo votara para poder acceder a las cinco ideas finalistas –luego un jurado destacado eligió a las tres mejores– entre más de 3 mil: “Salí a caminar durante horas por todos lados. Pompeya estaba empapelada con mi proyecto. Hasta fui al entrenamiento de San Lorenzo y les pedí a los jugadores que me apoyaran, estoy seguro que ellos también me votaron”.
Pero Gino no fue el único ganador. Eduardo Javier Leal, de México, ocupó el segundo lugar y recibirá 40 mil dólares para evolucionar su dispositivo para el monitoreo efectivo de las terapias contra el cáncer. Mientras que en el tercer lugar quedó para Luís Felipe Quintero, de Colombia, quien obtendrá 20 mil dólares para desarrollar su sistema capaz de transformar la energía cinética de los vehículos que transitan por la calle, en energía eléctrica.
En la Ciudad de México, bajo el cielo gris del smog mezclado con niebla y el humo de los deliciosos tacos y burritos, Gino sonríe. Trata de ponerse serio cuando se le acerca el director de alguna empresa, pero se le hace imposible y la mueca de felicidad lo desborda. El joven argentino que vive en el barrio de Pompeya, acaba de conseguir el primer lugar de la iniciativa “Una idea para cambiar la historia”, que organizó History Channel y que consta de 60 mil dólares para que lleve a cabo su proyecto.
La historia de Tubaro y sus inventos se remonta a cuando tenía 3 años y armaba los juguetitos de los chocolates Kinder en pocos segundos, o cuando le desarmaba la plancha a su madre para crear otra cosa con eso. “Mi mamá estaba sorprendida y me anotó en una escuela de inventores que vio por la tele”. Allí cursó todos los sábados durante más de ocho años.
Desde ese momento Gino ganó varios premios, como el que consiguió cuanto tenía 13 años y fue reconocido por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), que depende de la ONU. O como cuando Clarín contó en Octubre que el Instituto Tecnológico de Masachusets (MIT) lo premió por crear un escáner para ciegos. Es tan destacada su actividad que hasta el Presidente Mauricio Macri fue hasta su casa para conocerlo cuando era Jefe de Gobierno.
Hincha de San Lorenzo (jugó ahí durante tres años al basquet), estudia Ingeniería Electrónica en la UTN, y dice que ahora sí va a poder cumplir con su objetivo de crear mil prótesis de manera gratuita para aquellos que más las necesiten: “Una vez que empiece a entregar las manos voy a poder sentarme con gente más ‘grosa’ y así poder ayudar a personas de todo el mundo. Mi sueño es entregar quince millones de prótesis en todos los países”, relata quien por ahora pudo fabricar ocho. Así, a pulmón, también repartió volantes por la calle para que la gente lo votara para poder acceder a las cinco ideas finalistas –luego un jurado destacado eligió a las tres mejores– entre más de 3 mil: “Salí a caminar durante horas por todos lados. Pompeya estaba empapelada con mi proyecto. Hasta fui al entrenamiento de San Lorenzo y les pedí a los jugadores que me apoyaran, estoy seguro que ellos también me votaron”.
Pero Gino no fue el único ganador. Eduardo Javier Leal, de México, ocupó el segundo lugar y recibirá 40 mil dólares para evolucionar su dispositivo para el monitoreo efectivo de las terapias contra el cáncer. Mientras que en el tercer lugar quedó para Luís Felipe Quintero, de Colombia, quien obtendrá 20 mil dólares para desarrollar su sistema capaz de transformar la energía cinética de los vehículos que transitan por la calle, en energía eléctrica.
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