lunes, 3 de junio de 2013

Surge la Alianza del Pacífico, un contrapeso regional del Mercosur

POR POR AUGUSTO ROJAS ESPECIAL PARA CLARÍN BOGOTÁ – Clarin
La integran México, Colombia, Chile y Perú. Forman la octava economía del mundo y atraen inversión externa.

Socios. Los presidentes de México, Peña Nieto; Juan Santos de Colombia; Piñera, de Chile; y el peruano Humala./AFP

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02/06/13   Clarin

Las economías de Chile, Colombia, México y Perú –los países de la región que registran un crecimiento superior a la media latinoamericana– sellaron recientemente en Caliel proceso de integración comercial más ambicioso de América Latina, al cual se unió una pujante Costa Rica. La Alianza del Pacífico, un joven mecanismo de integración creado en 2012, pretende constituirse en la punta de lanza con la cual el grupo pretende convertirse en jugador de primera línea en mercados de otros hemisferios, como el asiático.

Los líderes de las naciones que integran el naciente bloque comercial, y cuyas economías de libre mercado resultan hoy las más codiciadas para los inversionistas extranjeros en la región, coinciden en la necesidad de abrir sus mercados para hallar fuentes de producción, y evitar así un estancamiento económico. Con ese espíritu se selló la Alianza del Pacífico. Observan el proceso los gobiernos de Francia, España, Portugal y Panamá.

Por su peso específico, la Alianza Pacífico se convierte en la octava economía del mundo y en el séptimo receptor de Inversión Extranjera Directa con 4.286 proyectos y una participación de 3,2% de inversiones globales. Del total de proyectos identificados del mundo hacia este bloque comercial, 780 fueron dirigidos hacia Colombia, lo que convierte al país en el segundo receptor en el bloque.

El 90 % de las mercancías de los países integrantes circulará sin aranceles entre los integrantes del nuevo club y el 10% restante lo hará en los próximos años.

“Este será el siglo del Pacífico y de América Latina”, sentenció el presidente anfitrión Juan Manuel Santos durante la inauguración del fondo común que nació con una caja menor de un millón de dólares. “Esperamos que puedan unirse otros países”, deseó, a su turno, el mandatario chileno Sebastián Piñera. También asistieron a la cita de Cali el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy; y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, así como representantes de Japón, Australia y Nueva Zelanda. La Alianza abrirá pronto su primera representación comercial conjunta en Turquía. Y Chile y Colombia lo harán en Ghana.

Algunos analistas quisieron interpretar el nacimiento de este bloque comercial aperturista como una nueva fuerza que pretende hacerlecontrapeso al eje conservador-populista que inició Hugo Chávez con su alianza Alba. Sin embargo, sus integrantes lo defienden como “una bocanada de aire fresco en el contexto latinoamericano, un eje nuevo”. “La Alianza del Pacífico es más comercial y pragmática que política”, aseveró el embajador de Colombia en París, Gustavo Carvajal, cuando los periodistas le preguntaron sobre las pretensiones estratégicas del bloque y si el recién nacido buscaba hacerle contrapeso al mas proteccionista Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela. Hay coincidencias en los sistemas políticos que conforman el nuevo espacio de integración.

Acuerdos como la creación de un visado especial para que turistas de terceros países puedan ingresar a los territorios del bloque regional o la eliminación de la visa de negocios que exige Perú a los nacionales de otros países de la Alianza o el convenio de transparencia fiscal para combatir la evasión de impuestos, entrarán en vigencia el próximo 30 de junio.

El miércoles pasado, los países que integran la Alianza “vendieron” su proyecto de integración comercial en París, en un intento por atraer inversiones en infraestructura y, al parecer, tuvieron éxito. En la capital francesa, el presidente de la Comisión francesa de Comercio América Latina y Caribe, Charles Henry Chenut, se refirió a la nueva alianza como “fuente de un nuevo orden en América Latina”.

En Cali se avanzó en el compromiso de reducir las barreras sanitarias, fitosanitarias y regulatorias pero falta consolidar un ‘acceso real’, eliminando las barreras no arancelarias al comercio. Además, se cerró la negociación del capítulo de facilitación de comercio y cooperación aduanera, reduciendo así los costos y trámites y aumentando la seguridad y se consolidó la red de investigación científica en materia de cambio climático.

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