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- 11/11/15
Tribuna.Julio Bárbaro
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Reivindico al peronismo como la fuerza integradora de la sociedad. Ni siquiera el golpe del 55 alteró esa distribución de la riqueza que les asignaba algo más del 50% a los asalariados. Esa historia complica las explicaciones de los que imaginan la riqueza de las naciones según la dimensión de sus empresas. Para nosotros, la integración social era la medida esencial de una sociedad. Y éramos los más integrados del continente; cuando Vargas Llosa recuerda la admiración que le producíamos en su juventud, no puede referirse a la década del ‘30, nació en el ‘36, habla loas de la sociedad que construyó el peronismo, y que dura integrada hasta el Rodrigazo en el 75, y va a destruir metódicamente la dictadura con Martinez de Hoz y sus continuadores.
Perón retornó con voluntad de pacificar, enfrentó dos violencias: la de derechas terminó con la llegada de la democracia; la guerrilla, esa que expulsó de la Plaza, esa violencia recién ahora encuentra su final definitivo. Los derechos humanos no pueden ser solo propiedad de los violentos de ayer, deben volver a ser esencial a los humildes, al pueblo trabajador. El peronismo nunca fue propiedad de las vanguardias, ellas solo intentaron utilizarlo a su servicio. El gobierno que se retira reivindicó a los que Perón expulsó de la Plaza, a los imberbes que asesinaron a Rucci, a los que intentaron sustituir con sus armas los logros del pueblo con sus luchas y sus votos.
El kirchnerismo fue una deformación del peronismo; Perón vino a buscar la unidad nacional y lo marcó en todos sus actos; los Kirchner dividieron la sociedad, retornaron a lo peor del pasado que necesitamos superar. No quiero que Scioli y tantos oportunistas usen la memoria del pueblo para imponer un pensamiento que ni respetan. Prefiero a Macri, que al menos no utiliza nuestra memoria para justificar sus propuestas.
Para Perón, el peronismo era propiedad de todos, no como es hoy un símbolo de atraso en provincias donde ni siquiera hay democracia. No busco cargos, somos muchos los que intentamos reivindicar un peronismo que merezca el respeto de los que piensan distinto, de los que no tienen ninguna obligación de opinar como nosotros. El sectarismo que finaliza es la negación del pensamiento del último Perón, es una absurda mezcla de desmesuras económicas impunes con viejos restos de revolucionarios fracasados. Por todo eso voto a Macri, porque con su gobierno podremos recuperar el peronismo como fuerza digna de respeto, como reivindicación del verdadero legado de su fundador. Cuando perdimos con Alfonsín pudimos construir la renovación.
Ahora todos debemos amoldarnos al presente, izquierdas, derechas y centros, es hora de que nos refiramos al pasado para aprender de él y no para estigmatizar adversarios y convertirlos en enemigos.
Julio Bárbaro
Dirigente histórico del peronismo
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