“Si fuiste parte de un exceso y lo sabías, no te quejes ni patalees más”
LAS OTRAS CARTAS: Pide que Macri use los DNU en temas sociales - Milagro Sala defiende sólo sus privilegios - La necesidad de poner fin a la confrontación - Asegura que Mauricio Macri “no es aburrido” - Decir se profugó en lugar de se fugó es un error
Cuando tenia 18 años mi viejo me hizo entrar en una empresa del Estado, eso fue hace 33 años. El era gerente y a mí me hicieron entrar de peón de limpieza y mantenimiento como a todos los hijos de funcionarios de aquella época. Había que laburar a destajo sin ningún privilegio, me sentía orgulloso de la empresa en la que trabajaba y éramos muy respetuosos de nuestros jefes y autoridades.
Con el tiempo fui ascendiendo y viendo todo tipo de injusticias que fueron produciendo los políticos y sindicalistas de turno. Se incorporaba gente por la ventana a lo loco. Ganaban hasta tres veces más que uno en la misma categoría y jamás entraban de peones, siempre en categorías altas, hasta que todo se desmadró ... Comenzaron a hacerse común los ñoquis, los contratados, etc. Y si no coincidías con su idea política te hacían la vida imposible. En otros tiempos hasta el carnet de afiliación política debías tener para poder trabajar.
Por eso, hoy viendo todo lo que pasa, las quejas, los insultos sobre la gente que queda fuera del Estado, me siento indignado por tanta prepotencia y la victimización que hacen del tema.
Antes nos sentíamos orgullosos de trabajar en el Estado y hacíamos mérito para ascender y hacer una carrera, ahora todo eso se desvirtuó. A tal punto, que hasta he visto nombrar directora a una persona muy capaz, pero sin experiencia alguna como para ser directora del Banco Nación. Por ello digo, no me alegro que nadie pierda su trabajo pero si fuiste parte de un exceso y lo sabías no te quejes ni patalees más, todo tiene consecuencias.
Horacio Corso
horacor@yahoo.com
Con el tiempo fui ascendiendo y viendo todo tipo de injusticias que fueron produciendo los políticos y sindicalistas de turno. Se incorporaba gente por la ventana a lo loco. Ganaban hasta tres veces más que uno en la misma categoría y jamás entraban de peones, siempre en categorías altas, hasta que todo se desmadró ... Comenzaron a hacerse común los ñoquis, los contratados, etc. Y si no coincidías con su idea política te hacían la vida imposible. En otros tiempos hasta el carnet de afiliación política debías tener para poder trabajar.
Por eso, hoy viendo todo lo que pasa, las quejas, los insultos sobre la gente que queda fuera del Estado, me siento indignado por tanta prepotencia y la victimización que hacen del tema.
Antes nos sentíamos orgullosos de trabajar en el Estado y hacíamos mérito para ascender y hacer una carrera, ahora todo eso se desvirtuó. A tal punto, que hasta he visto nombrar directora a una persona muy capaz, pero sin experiencia alguna como para ser directora del Banco Nación. Por ello digo, no me alegro que nadie pierda su trabajo pero si fuiste parte de un exceso y lo sabías no te quejes ni patalees más, todo tiene consecuencias.
Horacio Corso
horacor@yahoo.com
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