martes, 23 de junio de 2015

Cristina ni necesitó ser candidata

Del editor al lector

Se acaba el cuento de que Scioli y los gobernadores asumen el peronismo genuino en contra de la intrusión K.

En Mendoza, la oposición unida doblegó ayer al kirchnerismo en las urnas. En el armado de listas a nivel nacional, la Presidenta ni siquiera necesitó ser candidata para desafiar con un gesto último de suficiencia a una oposición incapaz de tejer un acuerdo global. Cristina Kirchner deja un paquete bien anudado de protección a los candidatos que a ella le interesaban para maniatar a Scioli en toda la cadena de mandos institucionales, con Zannini y su hijo Máximo en roles estelares, y un dato potente: dejó a Boudou a la intemperie, a tiro de la Justicia.

Si gana, la gloria será toda para ella y un problema a futuro de Scioli para ver cómo desanda el camino minado que le deja la Presidenta y que lo conducirá, tarde o temprano, a una crisis política para definir quién manda en la Argentina. Y ya se sabe lo que sufre un país cuando el peronismo dirime liderazgos en la cima del poder.

Si pierde, en cambio, la derrota será entera de Scioli, lo cual le deja al gobernador pocas opciones. El peronismo acompañó mayoritariamente su sumisión. La única nota discordante resultó el “no” de Randazzo, que perforó el orgullo presidencial y sonó en el universo K a irreverencia y traición. Las consecuencias no son difíciles de imaginar: un largo peregrinaje del ministro por el desierto, permanezca o no en su cargo, pero también una semilla sembrada a futuro para que germine otra forma de entender y practicar el peronismo.

Si de algo no puede dudarse del kirchnerismo es sobre su vocación de poder. Fue dejando caer anticipos de su astucia para gambetear los límites constitucionales de modo legal, ya con la figura de un candidato “rodeado”, ya con la inyección de una millonada para las políticas sociales. Y avanzó, además, en un resorte clave del poder, como es la Justicia, aun con sectores que resisten su colonización. Los Kirchner nombraron en 12 años a 525 magistrados, más de la mitad de los jueces actuales, además de fiscales y defensores públicos de los fueros federal y nacional. Gils Carbó, la procuradora ultra K, ya manifestó que permanecerá en su cargo después del 10 de diciembre: la ley la avala. Y con la aplicación del paquete de proyectos del nuevo sistema acusatorio ya votado, dispondrá de la posibilidad de repartir en la Justicia unos 2.300 cargos. El blindaje es extendido hacia todos los pliegues del Estado. Aún perdiendo en octubre, conservarán poder vital en el Congreso, en la Magistratura, en organismos de control y en la AFSCA para hostilizar a los medios hasta 2017. Se acabó el cuento de que Scioli y los gobernadores encarnaban el verdadero peronismo contra la intrusión de Olivos. Cristina les marcó la cancha: ahora todos son kirchneristas.

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