viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Apareciste, Roberto!

- ¡Apareciste, Roberto¡ ¡Tres días sin dar señales de vida! Tu ausencia nos preocupó.

- Disculpen, pero estuve ocupado. No podía venir.

- ¿Problemas en casa?

- No, Juan… Estuve pegado a la “compu”.

- Roberto, se te ve decaído. De salud… ¿estás bien?

- Sí, Miguel. De salud estoy bien. El problema es anímico…

- ¡Pero, dejate de joder! ¡A tu edad, con problemas anímicos!

- Te aseguro que de salud estoy bien. Los análisis dieron valores normales y ya terminé la primera etapa de reparación del “comedor”.

- ¿Entonces qué te tiene tan preocupado?

- A ver si me entienden… Estaba esperando un correo electrónico que nunca llegó.

- ¿El mail que esperabas era muy importante?

- No sé, Juan. En realidad nunca dijeron que me enviarían un mail.

- Roberto, se te enfría el café. ¿Te alcanzo las medialunas? ¿De grasa o de manteca?

- De grasa, Miguel. ¡Gracias!

- Jugaría algo a que estás con un lío de polleras. ¿Acerté?

- ¡No, Juan! No es un entrevero de esa índole.

- ¿Entonces, Roberto? Contá… ¿O desconfiás de nosotros? ¿No somos amigos?

- Es que me ilusioné con la recepción de un mail y cada media hora revisaba la bandeja de entradas para ver si llegaba. Parecía un enfermo… Estaba obsesionado. Todo en vano.

- Pero, Roberto, dijistes que no te prometieron el correo. ¿Cómo sabías que te escribirían?

- Sólo me preguntaron si abría el mail.

- ¡Ya sé! ¡Un jaker! ¿El antivirus está actualizado?

- ¡Déjense de joder! Es una compañera de estudios.

- ¡Viste que es un problema de polleras!

- Roberto, te recuerdo que tuvistes flor de lío con la paraguaya…

- ¡No era paraguaya! ¡Era correntina!

- Da lo mismo. Te usó, te sacó dinero, te mintió y así como llegó, desapareció.

- Además, cuando estuvistes internado, no fue capaz de ir a verte ni unos minutos…

- Y eso que le dijimos que habías sacado boleto de ida solamente.

- Escuchen, muchachos. Es una mujer seria. Sufrió mucho en la vida y se merece…

- ¡Claro! ¡Se merece estar a tu lado! Vos siempre te preocupás por los demás…

- ¡Paren un poco! No les miento. Ahora, cambiemos de tema… ¡Por favor!

Eduardo R. Dutchen

No hay comentarios: