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- 01/04/15
Resolución del Registro Civil porteño.Sólo quedan prohibidos los que sean ofensivos o grotescos. Y ahora no es obligatorio que defina el sexo de la persona.
Permitido. Ahora también se pueden utilizar nombres extranjeros.
"Pueden llamarme Ismael". Esa es la primera línea de una gran obra literaria llamada Moby Dick, publicada en 1851 y escrita por el estadounidense Herman Mellville. Esa voz inaugural que nos introduce en la lectura, anticipa la trama de la novela que cuenta la travesía de un capitán que irá en busca de un cachalote en su barco ballenero. Pero antes de conocer la historia completa, sabemos que el narrador se llama Ismael: tiene un nombre y por eso, una identidad. Y también -y por eso- nos llevará de la mano durante toda la aventura. Y además -y también por eso- nos acompañará toda la vida.
Y hablando de nombres propios, resulta que ahora en la Ciudad hay más libertades para elegirlo: puede ser cualquiera que no resulte ofensivo para el recién nacido ni "lesione su honor". También se permiten nombres que no definan el sexo del bebé y se prescinde del segundo nombre para que cumpla esa función. Así se adecuaron a la reforma del Código Civil.
Ahora lo pasamos en limpio. Con qué nombres se puede registrar a partir de ahora a una persona: Kenia, Buda, Mariposa, Primavera, Río, Colores. Con qué nombres no se puede registrar a partir de ahora a una persona: "Teta", "Marica" o las combinaciones que resulten grotescas. Y en ese sentido acá van ejemplos de casos reales, es decir, de padres que llegaron a anotar a sus hijos con estas ideas: "Osita Panda", "Junco Argentino" y "Piñón Fijo". Una aclaración: si bien el Registro Civil porteño eliminó el trámite para autorizar los nombres que no están incluidos en el listado oficial de 9.087 opciones, puede negarse a anotar a un chico si esas son las propuestas. Entonces la familia deberá intentar por vía judicial, aunque eso tampoco es garantía porque, en general, los rechaza.
"El vocativo marca la identidad de una persona y eso no es algo menor. Con ese nombre nos van a recordar, nos van a amar, nos van a odiar. Cómo llamar a una persona responde a un montón de variables. A veces para bendecir, a veces para maldecir", opina a título personal Ana Lávaque, directora general del Registro Civil de la Ciudad.
¿Por qué hay menos restricciones para anotar a un bebé? Esto también lo responde Lávaque: "Ya no es necesario que un nombre defina de qué sexo es una persona y eso tiene que ver con los tiempos en los que vivimos, en que han cambiado. La ley ya no define a una persona por su género, sino que se acepta la diversidad y la autopercepción. Hace poco en el Registro, realizamos el cambio de nombre a una persona de diez años porque se percibía con una sexualidad diferente. Y para eso bastó que el niño tuviera el consentimiento de sus padres y un abogado".
Con menos restricciones, cualquiera pensaría que ahora un aluvión de madres y padres van a anotar a sus hijos como "Onur" y "Sherezade", nombres popularizados por la tira "Las mil y una noches". No: los clásicos siguen vigentes y son imbatibles. Para ellas, María, Martina, Francisca y Ema, encabezan el ránking. Y los preferidos para ellos son Thiago, Mateo, Francisco y Juan.
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