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- 12/11/14
Cumbre del Foro Asia Pacífico en Beijing.Beijing logró el respaldo de EE.UU. y Japón para un tratado inédito en el área del Pacífico. La zona suma el 44% del PBI global. Arrancaría en 2016. “Es un hecho histórico”, dijo Xi Jinping.
Relaciones. Barack Obama, flanqueado por su colega indonesio Joko Widodo (izq.), y el anfitrión Xi Jinping. A la derecha, el ruso Vladimir Putin. afp
Beijing. DPA, AP, AFP y ANSA
En una nueva muestra de la pronunciada orientación que está tomando la economía mundial, China consiguió ayer el respaldo de los 21 líderes del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC por sus siglas en inglés) para avanzar en un tratado de libre comercio en esta vigorosa región, que concentra nada menos que el 44% del comercio mundial.“Hemos aprobado la hoja de ruta para que la APEC promueva y lleve a cabo la FTAAP”, anunció exultante el presidente chino Xi Jinping en referencia a las siglas que simbolizan el proyecto del Free Trade Association of Asia–Pacific. “Es una decisión que se escribirá en los libros de historia”, agregó. Y no se equivocaba. La dimensión del acuerdo es realmente monumental si se tiene en cuenta que incluye a las tres economías más fuertes del planeta, Estados Unidos, China y Japón, que en conjunto producen el 57% de bienes y servicios que circulan por el mundo.Algunos analistas ven en este significativo paso de China un furtivo interés por licuar la antigua influencia de Estados Unidos en la región, en un momento en donde la economía del gigante asiático se destaca por su solidez y por su posición de banquero del mundo.En su discurso de cierre de la cumbre, Xi precisó que la decisión que adoptaron es realizar un “estudio estratégico colectivo” que deberá estar listo dentro de dos años, en 2016. A partir de este punto comenzarán a darse pasos concretos para plasmar la zona de libre intercambio FTAAP.La cumbre buscó mostrar todo el poderío del régimen chino, que lentamente va dejando atrás la clásica economía comunista para jugar con habilidad en el mercado del libre comercio. La hollywoodense escenografía del encuentro convalidó este nuevo costado. Para recibir a sus invitados durante estos dos días Jinping levantó un futurista centro de recepción a orillas del bellísimo lago Yanqi, a unos 50 kilómetros del centro de Beijing y cerca de la Gran Muralla. Allí montó un complejo de sofisticados hoteles para la ocasión, con actos cinematográficos que incluían alfombras rojas luminosas y fuegos artificiales.La reunión de los jefes de Estado cerró una semana que convulsionó la vida de la capital china. En una estratégica planificación del Partido Comunista Chino (PCCh) se cerraron escuelas, fábricas y oficinas para limitar el movimiento de gente y el tránsito de la metrópolis, con el fin de reducir el molesto smog que suele envolverla. Así buscaban garantizar una “estadía agradable” a los huéspedes extranjeros. La APEC, en la que también participan Moscú, Corea del Sur y Australia entre otros, es la primera gran reunión internacional en China desde que Xi asumió el poder. La presencia de líderes mundiales le dio a Beijing una plataforma desde la cual promocionar su aspiración de asumir un papel mayor de liderazgo.El presidente estadounidense Barack Obama se mostró conciliador con Beijing y apoyó abiertamente la iniciativa, pese a que su gobierno prefiere continuar impulsando otro tratado económico en la región, más chico pero más fructífero para Norteamérica, como es el Acuerdo Estratégico Trans–Pacífico (TPP). Esta iniciativa nuclea a doce países, pero excluye a China. Sin embargo, se encuentra trabado por algunas diferencias de criterio con Japón.Diplomático, Obama dijo que su país “da la bienvenida al auge” de una China próspera, pacífica y estable. Aun así, la insistencia de China en fomentar su iniciativa sigue irritando a las autoridades estadounidenses. Los responsables comerciales de Estados Unidos aseguran que las dos propuestas –FTAAP y TPP– no son rivales, pero en los hechos la china tiene más peso en este momento. Antes del encuentro en Beijing, Washington y otros gobiernos occidentales alegaron que la propuesta china sería sólo una distracción en la APEC, pero el gobierno de Xi la convirtió en la pieza central de la cumbre.Obama, debilitado tras el golpe que significó la derrota frente a los republicanos en las elecciones legislativas de este mes, intentó reparar el vínculo con los chinos tras la serie de disputas que tuvieron sobre ciberseguridad y derechos humanos. Además, dejó de lado la histórica desconfianza mutua para tratar de avanzar en acuerdos que beneficien a ambos. Ayer firmaron varios tratados, entre ellos uno vinculado a desarrollo militar y otro a tecnología de la información.Pero no sólo Estados Unidos robustece lazos comerciales con China. Todos sus vecinos, desde Corea del Sur a Australia, intensificaron la asociación comercial que mantienen con el gigante de la región. En esa línea, Beijing lanzó junto a otros 20 países asiáticos un banco de desarrollo mundial, pese a las objeciones de los estadounidenses que defendían la hegemonía del Banco Mundial. El marco de la APEC se convirtió, además, en un lugar de encuentro para limar asperezas entre líderes de países que vienen manteniendo tensas relaciones. Obama se reunió con su par ruso, Vladimir Putin, en tres ocasiones en las diferentes pausas que brindó la Cumbre. Hablaron tanto de la situación en Siria e Irán, como del espinoso tema de las sanciones a Rusia por su apoyo a los separatistas en el este de Ucrania.Otra reunión significativa se dio entre Xi Jinping y el primer ministro japonés Shinzo Abe. Ambos países mantienen una dura disputa territorial por el dominio de las islas Senkaku–Diaoyutai que llevó a fricciones de tipo militar. Hasta ayer Xi se había negado a recibir al japonés. “Japón y China necesitan uno del otro y, de algún modo, están indisolublemente ligados”, dijo Abe tras el encuentro.
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