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- 22/09/15
Es el Global Teacher Prize, impulsado por una fundación inglesa. El objetivo es jerarquizar la profesión.
Vikas Pota. Es el impulsor de la iniciativa internacional, que busca premiar al mejor maestro del mundo.
"Necesitamos grandes docentes para cultivar grandes mentes”. Esta fue la idea central que transmitió Vikas Pota, responsable de la Fundación Varkey, en su exposición en el II Foro Internacional de Innovación Educativa, organizado la semana pasada por el Ministerio de Educación de la Ciudad en la Usina del Arte.
Pota es el impulsor del Global Teacher Prize (Premio al Docente Global), una suerte de “Premio Nobel de maestros” que va por su segunda edición y busca reconocer a los docentes innovadores con una cifra digna de las mejores épocas de Susana Giménez: nada menos que un millón de dólares para el ganador.
En diálogo con Clarín, Pota aseguró que “la educación de calidad solo se logra con docentes muy formados, muy motivados y con buenos salarios”. Especialista en gestión educativa, Pota es un defensor de la jerarquización docente: “Necesitamos que los mejores estudiantes elijan ser maestros. Pero lamentablemente, en la mayoría de los países la carrera es vista como la última opción. La mayoría de los padres no le recomendaría a su hijo que se dedique a la educación”, describe.
–¿Cuál es el sentido de regalarle un millón de dólares a un docente?
–La idea es visibilizar las historias de docentes ejemplares, que están transformando su realidad. En Londres (donde tiene su sede la Varkey Foundation), la educación suele ser tema de conversación en la sobremesa, pero siempre se habla en términos críticos. Queremos cambiar el eje de conversación: que ya no sea “Qué mal está la educación”, sino “Hoy leí en el diario sobre un docente que está haciendo algo muy original en su escuela”.
El año pasado, cuando se entregó por primera vez, el premio logró el efecto esperado. Pota cuenta que el finalista de Macedonia encontró su pueblo empapelado de afiches con su cara; al finalista de Turquía lo entrevistaron en el canal de televisión de mayor rating, y hasta el papa Francisco se reunió con tres de los candidatos.
La ganadora del año pasado fue la maestra estadounidense Nancie Atwell, seleccionada entre 5000 participantes por su método para que los chicos lean más libros y elijan cuáles leer. En su postulación, Atwell anticipó que invertiría parte del dinero en expandir su programa de promoción de la lectura. Cobrará el millón de dólares en 10 cuotas de 100 mil por año, a lo largo de una década.
–Más allá del premio, ¿cuáles cree que son las políticas más eficaces para jerarquizar la docencia?
–Los gobiernos deberían invertir en formación docente y deberían prestarle atención a la cuestión de los salarios. Por otra parte, es importante garantizar la autonomía de los maestros en la escuela. Nosotros creemos en las alianzas entre el sector público y el sector privado. La educación no debe ser solo responsabilidad del Estado, los privados también tienen que hacer su parte.
Pota vino a Buenos Aires con un objetivo muy claro: lograr que más maestros argentinos se postulen a la nueva edición del Global Teacher Prize. Hasta ahora solo hay 20 candidatos locales; desde Brasil, en cambio, ya se anotaron más de 200. Se espera un total de 10.000 participantes. La inscripción se puede hacer en español y es muy fácil: solo hay que entrar a www.globalteacherprize.org. Hay tiempo hasta el 10 de octubre
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