POR JUAN CARLOS ALGAÑARAZ – Clarin
El presidente de Repsol destacó el convenio, que la empresa aprobó por unanimidad.
Satisfecho. Anotnio Brufau, CEO de la española Repsol
MADRID, CORRESPONSAL - 26/02/14
Poco después de que el Consejo de Administración de Repsol aprobara el acuerdo con la Argentina, el presidente de la empresa lo definió como “positivo para la Argentina y para nosotros”. Y buscó dar por cerrado el tema y apuntar hacia adelante, afirmando que el convenio “supondrá un impulso financiero más que nos permitirá mirar el futuro con mayor ilusión, mayor garantía de éxito y mayores posibilidades de crecimiento”.
Con el acuerdo, la posición de Brufau en Repsol se ha consolidado.
El convenio se aprobó por unanimidad y se espera una actitud también muy positiva en la Asamblea de Accionistas que debe ratificar el consenso en un mes. Ayer las acciones de Repsol, que venían subiendo, continuaron al alza y se espera que hoy “habrá una reacción muy positiva en las ruedas”, dijeron analistas bursátiles españoles.
“Hemos llegado a este acuerdo como la mejor solución posible. Pero no estamos contentos porque la expropiación nos ha hecho mucho daño”, explicó una autoridad de Repsol que a veces habla con ritmo de tango. Originalmente los españoles reclamaban una indemnización de más de US$ 10.000 millones por la expropiación.
Es por eso que el Gobierno argentino no debe esperar júbilo de parte de los españoles, En Buenos Aires querían escenificar el acuerdo con una foto de familia en un clima festivo y con la presencia, para ratificar que aquí no ha pasado nada, del propio Brufau. Pero los españoles ya han aclarado que si hay fotos habrá caras sobrias, el ambiente sera cordial sin pasarse y que Brufau no piensa poner un pie en la Argentina. Aquí nadie lo dice pero el empresario catalán se siente muy injustamente tratado por la presidenta Cristina Kirchner y sus colaboradores. El peor, el ministro Kicillof.
La expropiación fue acompañada por “explosiones populistas”, dicen, de las cuales las más agraviantes para los españoles fueron las celebradas en el ámbito de la Cámara de Diputados argentina, como ayer le hizo notar a Clarín un diplomático local. Todas las escenas fueron transmitidas una y otra vez por la radio y televisión españolas, que las recordaron cuando se informó del acuerdo y seguramente las evocaran hoy otra vez, Por eso, el gobierno español ha enmudecido. Las heridas no se han cerrado después de la crisis más grave entre ambos países. La confrontación con España, apoyada por la Unión Europea, Estados Unidos, los mayores organismos internacionales y un largo etcétera, ha pesado mucho más de lo que el gobierno argentino se imagina en su aislamiento internacional.
26 FEB 2014 00:00h
LA PELEA PETROLERA
Emiten más bonos para garantizarle a Repsol US$ 5.000 millones por YPF
Para hacer el pago, el país se endeudará en US$ 6.000 millones. Con intereses, los desembolsos serán el doble.
Por MARCELO CANTON-CLARIN
Equipo de dos. Axel Kicillof y el secretario de Legal de Presidencia, Carlos Zannini, ayer, al hacer el anuncio. Fueron quienes negociaron el acuerdo. DYN
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El Consejo de Administración de Repsol aprobó el acuerdo con Argentina por la expropiación del 51% de YPF. Los españoles se garantizaron el cobro de US$ 5.000 millones. Para asegurar ese monto, el país emitirá bonos por US$ 6.000 millones, que con los intereses, terminarán implicando pagos por US$ 11.000 millones. El convenio ahora debe ser ratificado por los accionistas de la compañía y el Congreso argentino.
Ayer, el Consejo de Repsol aprobó por unanimidad el acuerdo que la empresa había sellado el viernes en Buenos Aires con el gobierno argentino. Los españoles pretendían US$ 5.000 millones por el 51% de las acciones de YPF expropiadas. El Gobierno contraofertó pagar con bonos, pero como estos cotizan a menos de su valor nominal, el convenio incluyó un paquete de bonos por ese monto y otro, adicional, por US$ 1.000 millones, para que los españoles puedan vender hasta alcanzar la cifra acordada. El acuerdo “ es positivo para la Argentina y para nosotros ”, dijo el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en el encuentro de la compañía, en Madrid. Poco después, el ministro de Economía, dio una conferencia en Buenos Aires. “ Es un avance cualitativo importante para garantizar estrategias de financiamiento, con el objetivo de obtener recursos necesarios para potenciar inversiones en materia de exploración y explotación”, señaló Axel Kicillof.
La compensación acordada implica un “paquete fijo, por un valor nominal de 5.000 millones de dólares”, compuesto por US$ 500 millones en Bonar X; US$ 1.250 millones en Discount 33, y US$ 3.250 millones en un nuevo bono, el Bonar 2024. A eso debe sumarse, “un paquete complementario, por un importe máximo de 1.000 millones de dólares”, formado por US$ 400 millones en Boden 2015, US$ 300 millones en Bonar X y US$ 300 millones en Bonar 2024”, informaron ambas partes.
Repsol podrá vender los bonos cuando quiera (“aún no hemos decidido nada, se verá qué oportunidades ofrece el mercado”, dijeron en Madrid). Al hacerlo, debe poder obtener US$ 5.000 millones. Pero como los papeles cotizan a alrededor del 80% de su valor nominal, arrancará por el “paquete fijo”, y seguirá con el “paquete complementario”, hasta obtener el monto acordado. El mínimo que debería recibir por la venta de los papeles, es US$ 4.760 millones, dijo Kicillof.
Si recibiera más de US$ 5.000 millones, deberá devolver el restante, aclaró el ministro.
Después del “desendeudamiento” pregonado por el Gobierno, es una emisión fuerte. Las tasas por los bonos nuevos (los 2024) será de 8,75%.
“Mientras no vendamos los títulos, igualmente seguiremos cobrando intereses ”, añadieron anoche voceros de Repsol, desde Madrid. Y aquí el punto es interesante: desde este año a 2020, la Argentina pagará intereses anuales por esta deuda de entre 500 y 360 millones de dólares anuales, lo que equivale a poco menos que las utilidades que los españoles se llevaban de YPF por esas acciones.
Los intereses, con tasas altas como las de los bonos argentinos, y a plazos que llegan al 2033, suman. En total, hasta el vencimiento de los bonos, serán US$ 5.100 millones, estimaron analistas financieros.
El momento en que Repsol venda los bonos tiene importancia por otra razón: hasta que no lo haga (o que los mismos venzan), la deuda del Estado no se dará por cancelada. En caso de que surgieran problemas de pago o embargos (de los hold out), Repsol podrá exigir el pago inmediato del saldo adeudado. Como los bonos 2024 no tienen cotización, el Estado garantizará de manera adicional, a través Banco Nación, las tres primeras cuotas de intereses.
¿Cómo sigue el convenio? El 27 de febrero se firmará formalmente en Buenos Aires: aunque la Casa Rosada pretendía aquí la presencia de Antonio Brufau, es poco probable que el ejecutivo viaje. Y luego el Gobierno deberá enviarlo al Congreso para que sea aprobado por ley, según convino con los españoles, que buscaban seguridad jurídica. Por su parte, el 28 de marzo será la Junta de Accionistas de Repsol, que deberá dar también su aprobación. Allí quedaría definitivamente cerrado.
Informe, en Madrid, Juan Carlos Algañaraz.-CLARIN
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