Por Valeria Román - Clarin
Arquitectos. Alvaro del Villar y Marianela Romero, con su creación.
Cómo es el bloque
Arquitectos. Alvaro del Villar y Marianela Romero, con su creación.
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26/05/12 - Clarin
De un mal momento también se puede sacar alguna utilidad. Hace casi un año, la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle llevó a evacuar centenares de personas en la Patagonia, declarar la emergencia agropecuaria, y a cancelar vuelos aéreos. Los millones de toneladas de cenizas produjeron problemas económicos, pero también hubo un grupo de investigadores científicos que se pusieron a pensar cómo sacar provecho de semejante desastre . Una respuesta fue el desarrollo de los ladrillos hechos con ceniza volcánica.
Los ladrillos fueron una idea de los arquitectos Marianela Romero Hamsa y Álvaro del Villar, quienes forman parte del programa de emergencia volcánica (www.proevo.com.ar) que se creó el año pasado coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro e integrado por otras universidades e institutos científicos. Cuenta con el apoyo financiero del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
“Nos preocupaba la gente sin una vivienda digna. Cuando vimos la enorme cantidad de ceniza, pensamos en usarla con una máquina que fabrica bloques para construir viviendas sociales” , contó Romero Hamsa, de 34 años, una cordobesa que adoptó a Bariloche hace cinco años. La idea funcionó: consiguieron hacer bloques con cenizas, que luego testearon con ensayos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Los ladrillos que inventaron se destacan: algunos tienen la resistencia suficiente como para formar parte del techo. Otros funcionan como aislantes del frío patagónico.
Por si fuera poco, no se necesita usar mezcla con cemento, ya que vienen con un sistema de encastres que permite unirlos y secarlos al natural.
Los bloques incluyen espacios para cañerías y cables de luz.
Tampoco hace falta contratar mano de obra: una característica que los vuelve fáciles de manipular por cualquier adulto.
“Son bloques que permiten construir rápidamente: por ejemplo, en un día se podría tener una casa de 45 metros cuadrados” . Si bien los ensayos dieron positivo, ahora enfrentan un gran desafío: contar con una máquina que fabrique los bloques en la misma zona para producir a mayor escala.
Otros investigadores que forman parte del programa también buscan beneficios de las cenizas. Julio Goldenberg, de la Universidad Nacional del Comahue, intenta sustituir con ellas al cemento que se utiliza en la construcción. “Aunque aún faltan más estudios, creemos que el uso de las cenizas ahorraría mucho dinero en la construcción”, afirmó Goldenberg. En tanto, científicos del INTA en Bariloche y el Conicet investigan si las cenizas volcánicas podrían tener efecto como insecticidas naturales sobre plagas.
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