EN LA permanente búsqueda de recursos para hacer frente al mal de Chagas, una de las enfermedades más arraigadas en la región latinoamericana, acaba de conocerse un significativo anuncio, por cuanto el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, reveló que en el país se producirá el medicamento benznidazol, utilizado en el tratamiento de las personas afectadas. Dicho producto había dejado de elaborarse a nivel mundial y, por lo tanto, se planteaba un serio interrogante respecto de las medidas alternativas a adoptar. En este caso, la sustitución se logró mediante la integración de un consorcio público-privado argentino.
EN nuestro país, más de dos millones de personas se encuentran infectadas, en tanto que los afectados por cardiopatías de origen chagásico superan los 300.000, de acuerdo con relevamientos efectuados por la cartera sanitaria. Al ponderar el acontecimiento, el ministro informó que se asociaron, a tal fin, el organismo a su cargo, dos laboratorios privados y la organización Mundo Sano. El producto estará disponible para quienes lo necesiten a través de la provisión pública de medicamentos que realiza el ministerio.
LA patología transmitida por la vinchuca presenta cifras verdaderamente preocupantes: en Latinoamérica, hay entre 18 y 20 millones de infectados por el mal y 90 millones corren riesgo de padecerlo. Los problemas más comunes en esos pacientes, muchos de los cuales llegan al tratamiento en forma tardía, son insuficiencias cardíacas y arritmias que requieren una terapéutica medicamentosa e, incluso, tratamientos quirúrgicos. Como es sabido, el Chagas se transmite por la picadura de las vinchucas a las personas y la posterior eliminación de parásitos contagiosos por medio de las heces. El parásito trypanosoma cruzi , cuando se introduce a través de la piel humana, produce la tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas.
ES conveniente subrayar lo indicado por los estudiosos del tema en cuanto a que el Chagas no es exclusivamente una enfermedad presente en áreas rurales o en sectores precarios, sino que, con el paso de los años, se ha convertido también en un habitante de áreas urbanas. Hasta en la propia ciudad de Buenos Aires han aparecido casos, atribuidos a las migraciones internas y al contagio de madre a hijo. Por lo tanto, las tareas de prevención resultan de fundamental importancia para detectar a tiempo la presencia del mal.
También es preciso señalar que las estadísticas acerca de la incidencia del Chagas en la Argentina difieren según las fuentes; de todas maneras, es evidente que en las provincias del norte su difusión alcanza mayor intensidad.
A JUICIO del ministro Manzur, la jornada del anuncio, en la Academia Nacional de Medicina, fue un "día histórico en materia de salud pública", ya que, después de 60 años "de enormes esfuerzos en la lucha contra el Chagas, el país comenzó a producir el tratamiento indicado". Y no solo se trata de un beneficio al que tendrán acceso las personas residentes en la Argentina, sino que los países latinoamericanos, donde las víctimas fatales suman varias decenas de miles al año, también dispondrán de una nueva herramienta eficaz para combatir la extendida enfermedad.
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/22/03/2012/c3m027.html
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